Curt Prank fue un ambicioso empresario cervecero que desembarcó en Múnich desde Berlín para instalar una carpa para 6.000 personas y vender su producto en el Oktoberfest, por las buenas o por las malas.
Si no era suficiente con la versión en DVD o Blu-Ray de cada temporada o con pósters, cromos y figuritas varias, algunas de nuestras ficciones favoritas cuentan también con su propia cerveza.