La sopa de cebolla es una receta de origen humilde que ya era preparada por los antiguos romanos y que hoy por hoy es considerada una de las más tradicionales más famosas de la gastronomía francesa.
Aprende a hacer esta refrescante bebida carbonatada, sin alcohol o con un toque sutil de fermentación, una experiencia única para los fanáticos del lúpulo y las bebidas innovadoras.
La chicha de jora (del quechua «Aqha» o «liquido fermentado») es una bebida de origen sudamericano creada durante el imperio Inca, muy consumida particularmente en Perú, Bolivia y Ecuador.
La cerveza en general suele ser un ingrediente muy común al preparar masas fritas debido a su contenido de levadura y dióxido de carbono (CO2), lo que permite obtener masas más esponjosas y crujientes.
La michelagua es una alternativa sin alcohol y baja en calorías de la clásica michelada, ideal para quienes buscan un cóctel refrescante sin alcohol y con un perfil de sabor muy similar.
El muday es una bebida tradicional del pueblo mapuche en Chile y Argentina, una cerveza ancestral, elaborada a base de trigo, que se destaca por su proceso de elaboración y sus propiedades nutritivas.
El pan de muerto con cerveza Viena Lager ofrece una variación innovadora a este clásico mexicano, que se integra perfectamente con los sabores de la ralladura de naranja y la vainilla, creando una miga suave y aromática.
El estilo de cerveza escogido será el encargado de aportar el grado extra de personalidad y habitualmente un final sorprendente. Si te atreves con una hamburguesa gourmet de las que triunfan, toma nota de esta receta.
La fondue de queso es uno de los platos emblemáticos de la gastronomía suiza, originado en la región de Romandía, también conocida como la Suiza francesa.
En la Europa medieval ya existían bebidas que mezclaban cerveza, mantequilla, huevos y especias, por lo que la moderna cerveza de Harry Potter toma inspiración de estas antiguas tradiciones, adaptándose a variedades modernas con y sin alcohol.
El tradicional té verde japonés, llamado matcha, ya no es solo una moda en cafeterías especializadas, salones de té y restaurantes, donde se sirve como ingrediente de repostería e incluso helados. ¿Qué pasa si lo mezclamos con cerveza?
Elaborada con cerveza de estilo Weissbier y un toque de anís estrellado, esta receta combina sabores tradicionales con un toque contemporáneo, inspirados en la cocina italiana y el amor por los ingredientes frescos.