Cada cierto tiempo en las redes sociales se produce una conversación que discute los méritos de las palabras «maestro cervecero» y lo que se necesita para usarlo como título de trabajo.
A medida que el lenguaje evoluciona, algunas palabras y frases se desgastan, no es culpa de nadie, sólo una consecuencia del uso, un desgaste lingüístico normal, si se quiere.