Beber una cerveza fría es un placer universal, pero mantenerla a la temperatura ideal puede ser un desafío, especialmente en ambientes cálidos como la playa.
Las burbujas son pequeños paquetes de dióxido de carbono (CO2) que buscan escapar del líquido, empujadas hacia arriba por la fuerza descrita por Arquímides.
La investigación comenzó como empiezan tantas otras cosas en la vida, en la barra de un bar, compartiendo unas cervezas en medio de una discusión entre amigos.
La corona de la cerveza crea una barrera que impide el contacto directo del líquido con el aire, evitando que la cerveza se oxide o que ocurran otros procesos desestabilizantes.
En 1918, el físico alemán Max Planck era galardonado con el Premio Nobel de Física “en reconocimiento por los servicios brindados al avance de la física con su descubrimiento de los cuantos de energía”.
¿Quién tiene la culpa de que lleguen al mismo tiempo si en vez de dos botellas de cerveza, hablamos de un paracaidas de 30 kilos y una bola de acero de 500 gramos llegando esta última antes al suelo?