La espuma de cerveza (corona o cabeza) es una esas cosas que tienen un nombre propio que la mayoría desconoce: “Giste”, palabra que proviene del alemán “Gischt”, que significa precisamente espuma.
La investigación comenzó como empiezan tantas otras cosas en la vida, en la barra de un bar, compartiendo unas cervezas en medio de una discusión entre amigos.
La corona de la cerveza crea una barrera que impide el contacto directo del líquido con el aire, evitando que la cerveza se oxide o que ocurran otros procesos desestabilizantes.
Ser exigentes con el servicio debería ser algo habitual ya que muchos bares y restaurantes cumplen con los estándares, pero por desgracia, muchos otros siguen tratando a la cerveza artesanal como una mercancía producida en masa.