A pesar que la cebada, el lúpulo y la levadura generalmente obtienen toda la atención, el agua para la elaboración de cerveza es el principal ingrediente y los iones presentes en el suministro afectaran directamente el sabor de una cerveza, para bien y para mal.
El pH es uno de los factores fundamentales a controlar durante la elaboración de una cerveza de calidad, ya que sus niveles afectarán profundamente el resultado de cada etapa del proceso.
Conforme aumenta su masividad, la industria cervecera también ha acelerado las innovaciones de sostenibilidad para poder reducir la “huella hídrica” que involucran sus procesos.
La idea de que la gente de la Edad Media bebía cerveza o vino para evitar beber agua está tan establecida que incluso los expertos más serios no ven razón alguna para documentarla; simplemente la repiten como una verdad incontestable.
Históricamente, los cerveceros de todo el mundo han utilizado el agua disponible localmente para elaborar sus cerveza, lo que ha llevado al desarrollo de estilos de cerveza asociados a perfiles específicos de agua presentes en algún lugar.
Muchas personas desconocen que el tipo de cerveza elaborada es altamente dependiente de la geología del área en donde se obtiene el agua para su elaboración. Piense en las regiones conocidas por cervezas.
Únicamente se necesitan cuatro ingredientes para elaborar casi cualquier tipo de cerveza, pero cada uno de ellos tiene múltiples opciones relacionadas a la composición del agua, el tostado de las maltas, las variedades de lúpulo y levadura.
La elaboración de refrescos caseros es una excelente oportunidad de preparar bebidas sin alcohol que podrás compartir con amigos y familiares de todas las edades.