Los contratos inteligentes o smart contracts en inglés son una de las grandes promesas de desarrollo de las criptomonedas como Bitcoin y Ethereum, ya que permiten un nuevo paradigma que va mucho más allá de las transferencias de dinero.

Contratos Inteligentes
Contratos Inteligentes

El desarrollo de las criptomonedas y el blockchain han hecho posible que por primera vez se pueda implementar una teoría fue desarrollada hace casi veinte años y que no había sido posible hasta ahora, ya que era necesario el uso de dinero programable.

¿Qué son los contratos inteligentes o smart contracts?

En esencia el término contrato inteligente (smart contract) se refiere a cualquier tipo de contrato entre dos o más partes, que es capaz de ejecutarse y hacerse cumplir por sí mismo, de manera autónoma y automática.

Además, las partes de un contrato inteligente pueden ser tanto personas como máquinas, lo que abre una ventana al Internet de las Cosas (Internet of Things – IoT).

Los contratos inteligentes están escritos en código de programación, es decir, son programas informáticos que ejecutan autónoma y automáticamente los términos de un contrato.

El programa puede definir las reglas y las consecuencias estrictas del mismo, de la misma manera que lo haría un contrato tradicional, pero a diferencia de un documento legal tradicional, también puede obtener información como input y procesarla según las reglas establecidas en el contrato para a continuación, adoptar las medidas que se requieran como consecuencia de ello. Todo ello sin la intervención humana en el proceso.

El concepto de contrato inteligente fue definido por primera vez en 1997 por el abogado y criptógrafo Nick Szabo, pero no había sido llevado a la práctica simplemente porque la infraestructura tecnológica que existía.

Para que un contrato inteligente pueda ser ejecutado es necesario que existan las transacciones programables en un sistema financiero que las reconozca. Y precisamente eso es lo que Bitcoin y su tecnología, la cadena de bloques (blockchain), han hecho posible.

Bitcoin ha logrado por primera vez que los contratos inteligentes sean una realidad. El concepto ha tomado fuerza en los últimos años y actualmente, la tecnología de los contratos inteligentes se ha desarrollando principalmente sobre Bitcoin y sobre las plataformas Bitcoin 2.0, como por ejemplo, Ethereum.

¿Cómo funcionan los contratos inteligentes o smart contracts?

Los contratos inteligentes son scripts repetibles y autónomos que se ejecutan en la cadena de bloques (blockchain) y representan promesas unilaterales de proporcionar una tarea informática determinada.

Se almacenan en una dirección específica en la cadena de bloques. Dicha dirección se determina cuando los contratos son compilados y enviados a la cadena de bloques.

Cuando se produce un evento contemplado en el contrato, se envía una transacción a esa dirección y la máquina virtual distribuida ejecuta los códigos de operación del script (o claúsulas) utilizando los datos enviados con dicha transacción.

Los contratos inteligentes pueden estar codificados de modo que reflejen cualquier tipo de lógica basada en datos, desde acciones tan sencillas como votar por una publicación en un foro, una compra por Internet, o incluso acciones con un mayor nivel de complejidad, como garantías de préstamos y contratos de futuros, así como acciones sumamente complejas como la fijación de prioridades de pago en una nota estructurada.

Usos de los contratos inteligentes (smart contracts)

A continuación algunos de los usos que se podrían dar a los contratos inteligentes:

1. Préstamos

Podrían almacenarse como contrato inteligente en la cadena de bloques junto con la información de las garantías de la propiedad. Si el deudor no efectúa un pago, el contrato automáticamente podría revocar las claves digitales que le dan acceso a las garantías.

2. Depósito en garantía

Los contratos inteligentes se pueden configurar fácilmente como cuentas de depósito en garantía que hacen un seguimiento del intercambio entre dos partes. El comprador de bienes o servicios transferiría el pago a la cuenta del contrato.

El contrato supervisaría los servicios externos (aplicaciones de empresas de mensajería) y, una vez transferida la propiedad del vendedor al comprador, el contrato liberaría automáticamente los fondos al vendedor. Este sistema podría extenderse a todas las compras realizadas por Internet, por ejemplo, ya que los gastos serían mínimos.

3. Controles de gasto

Las carteras de criptomonedas controladas por contratos inteligente podrían incluir muchos tipos diferentes de controles complejos, desde límites de reintegro diarios hasta la concesión o la rescisión del acceso a entidades específicas.

La generalización de este fenómeno llevaría a la noción de dinero programable, un tipo de dinero que puede establecerse de modo que se gaste únicamente en determinados tipos de activos, en una zona geográfica, entre dos fechas, etc. y que podría ser usado en empresa privada, instituciones públicas y organizaciones no gubernamentales y limitar con ello la corrupción.

4. Herencias y donaciones

Las herecias podrían automatizarse estableciendo la asignación de activos tras el fallecimiento. Una vez que el contrato inteligente puede verificar la condición de activación, en este caso el fallecimiento, el contrato entra en vigor y los activos se reparten.

También podrían crearse contratos con donaciones para ejecutarse en un determinado momento, por ejemplo, cuando tu hijo sea mayor de edad. Funciones que actualmente tipifican los contratos inteligentes (smart contracts).

Actualmente existen ciertas funciones que tipifican los contratos inteligentes para mejorar y asegurar la ejecución de contrato.

Una de ellas es el uso de la multifirma (multisignature, en inglés), que permite que dos o más partes tengan la obligación de aprobar una transacción antes de que los fondos puedan ser liberados o para que algún otro aspecto del contrato pueda ejecutarse.

Los dobles depósitos son otro de las funciones que facilitan el correcto funcionamiento de los contratos inteligentes y es innovador porque elimina la necesidad de un tercero que actúe como árbitro. Básicamente consiste en que las partes, digamos por ejemplo un comprador y un vendedor realizan ambos una transacción de depósito ligado a un contrato inteligente.

El programa del contrato tiene un tiempo determinado antes de que caduque. Si las personas involucradas en el acuerdo no lo resuelven en dicho periodo de tiempo, los fondos de los depósitos se quemarán, es decir, serán enviados a una dirección en la que nadie conoce la clave privada, lo que obliga a las partes a esforzarse al máximo en la búsqueda de soluciones.

Otra de ellas es el uso de un oráculo (oracle en inglés) que son instrumentos que permiten validar cláusulas de los contratos inteligentes que hacen referencia a información externa para decidir si una condición del contrato ha sucedido y poder así ejecutar determinados términos del contrato, por ejemplo “solo si la cotización del oro supera X valor”.

Para explicarlo mejor imaginemos un contrato inteligente de préstamo. Para que se ejecute el depósito automático de fondos en la cuenta bancaria del prestatario, se puede utilizar un oráculo. Una vez que el oráculo obtiene la confirmación de que la solicitud de préstamo ha sido aprobada, la transacción de fondos se efectuaría.

Los oráculos funcionan de forma autónoma también, ligando los contratos a ellos. Sin embargo, hay que tener presente, que se trata de una tercera parte digital en la que hay que confiar, y esto puede tener determinadas implicaciones negativas.

Protocolos y plataformas de contratos inteligentes o smart contracts

El desarrollo técnico de los contratos inteligentes está en pleno desarrollo. Sin embargo, ya existen varios protocolos y plataformas que están trabajando para que se conviertan en una realidad cotidiana, bajo un mayor o menor nivel de desarrollo.

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