Tomar cerveza es una actividad social muy común, especialmente cuando se disfruta con amigos, sin embargo, después de consumir un par de ellas, es habitual notar que las visitas al baño se incrementan significativamente.
Pero, ¿por qué la cerveza provoca más ganas de orinar en comparación con otros líquidos como el agua o los refrescos?
La respuesta tiene que ver con el efecto del alcohol en el cuerpo, así como con otros componentes de esta bebida que influyen en el sistema renal y hormonal.
La hormona antidiurética (ADH)
El principal causante de este fenómeno es el alcohol, el cual interfiere con la producción de una hormona llamada antidiurética (ADH), la cual es fundamental para que los riñones regulen la cantidad de agua que se retiene o se expulsa a través de la orina.
La ADH, producida en el hipotálamo y liberada por la glándula pituitaria, permite que el cuerpo controle cuánta agua debe eliminarse a través de la orina.
Bajo circunstancias normales, esta hormona asegura que los riñones reabsorban el agua necesaria y excreten solo el exceso.
Sin embargo, cuando el alcohol entra en el torrente sanguíneo, inhibe la liberación de ADH, lo que lleva a una producción excesiva de orina, aumentando la necesidad de ir al baño.
Efecto en los riñones
Además de afectar la ADH, el alcohol también influye directamente en el funcionamiento de los riñones. Estos órganos, que filtran aproximadamente 180 litros de líquido al día, reabsorben la mayor parte del agua y expulsan los desechos en forma de orina.
Al inhibir la acción de la ADH, los riñones no pueden retener adecuadamente los líquidos, lo que provoca que más agua se elimine, incrementando la frecuencia de la micción.
| Componente | Efectos en el cuerpo |
|---|---|
| Alcohol | Inhibe la producción de ADH, aumentando la diuresis. |
| Lúpulo | Tiene propiedades diuréticas que intensifican la producción de orina. |
| Agua | La cerveza contiene un alto porcentaje de agua, lo que aumenta el volumen de líquidos en el cuerpo. |
Propiedades diuréticas del lúpulo
Otro componente clave que contribuye a este aumento en la necesidad de orinar es el lúpulo, un ingrediente esencial en la fabricación de cerveza que le otorga su característico sabor amargo.
El lúpulo tiene propiedades diuréticas, lo que significa que estimula los riñones para eliminar más líquidos, intensificando aún más el efecto del alcohol en la micción.
El lúpulo actúa en conjunto con el alcohol para aumentar la producción de orina, lo que significa que después de beber cerveza, no solo se inhibe la producción de ADH, sino que los riñones también reciben una señal adicional para expulsar más líquidos.
Deshidratación
Aunque la cerveza puede parecer una bebida refrescante y ligera, en realidad, contribuye a la deshidratación.
La combinación de un alto contenido de agua en la bebida, junto con las propiedades diuréticas del alcohol y el lúpulo, provoca una pérdida acelerada de líquidos a través de la orina.
Esto explica por qué muchas personas se despiertan con sed después de una noche de consumo de cerveza.
Capacidad de la vejiga
Otro factor importante a tener en cuenta es la capacidad limitada de la vejiga. En promedio, una vejiga humana puede almacenar entre 250 y 300 ml de líquido, lo que equivale aproximadamente a una lata de cerveza.
Con cada bebida, se va llenando más rápido, lo que genera la necesidad constante de ir al baño.
¿Es posible evitarlo?
Si bien es imposible evitar por completo las ganas de orinar al consumir cerveza, hay algunos consejos prácticos que pueden ayudar a reducir la frecuencia de las visitas al baño:
1. Hidratarse con agua
Alternar cada cerveza con un vaso de agua puede ayudar a reponer los líquidos perdidos y reducir el efecto diurético del alcohol.
| Bebida | Frecuencia de micción | Efecto en la ADH | Propiedades diuréticas |
|---|---|---|---|
| Cerveza | Alta | Inhibe la ADH | Sí |
| Vino | Moderada | Inhibe la ADH | No |
| Agua | Baja | No afecta la ADH | No |
| Refrescos sin alcohol | Baja | No afecta la ADH | No |
2. Moderar el consumo
Cuanto más alcohol consumes, mayor es la inhibición de la ADH y, por ende, la producción de orina. Mantener un consumo moderado puede ayudar a evitar la deshidratación severa.
3. Evitar las grandes cantidades
Beber de manera moderada y consciente puede disminuir los efectos que la cerveza tiene en los riñones y la vejiga.
El aumento en las ganas de orinar tras beber cerveza tiene una explicación biológica interesante.
La combinación del alcohol, que inhibe la hormona antidiurética, y el lúpulo, con sus propiedades diuréticas, provoca que el cuerpo elimine más líquidos de lo habitual.
Además, la deshidratación resultante puede hacer que te sientas sediento después de una noche de consumo.
Aunque este proceso es inevitable, existen maneras de reducir su impacto, como la hidratación y el consumo moderado.
Recomendamos
- La historia de las cervezas nitrogenadas: Ciencia y futuro
- ¿Cómo tener éxito trabajando como Freelancer? Una guía completa