Ya seas un cervecero casero principiante o uno con años de experiencia y cientos de elaboraciones tras de ti, los fundamentos de la elaboración siempre permanecen iguales.
La elaboración de cerveza casera es una pasión que combina arte y ciencia, permitiendo a los cerveceros crear su propia bebida fermentada con ingredientes y técnicas específicas.
Es por eso que a continuación te compartimos los 10 mandamientos del cervecero casero descritos por Paul Burge de la australiana Coopers Brewery que nunca deberías olvidar.
Contenido
- 1. Limpiarás y desinfectarás
- 2. Utilizarás ingredientes frescos
- 3. Añadirás levadura saludable
- 4. Fermentarás a una temperatura adecuada
- 5. Alcanzarás la densidad final
- 6. Degustarás la cerveza antes de embotellar
- 7. Utilizarás botellas reutilizables
- 8. Mantendrás registros ordenados
- 9. Serás paciente al fermentar
- 10. Utilizarás cristalería adecuada y limpia
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1. Limpiarás y desinfectarás
En general, es casi imposible para los cerveceros caseros crear un entorno perfectamente estéril para elaborar cerveza, aunque los microorganismos no deseados pueden ser reducidos al mínimo siguiendo un régimen adecuado mantención y desinfección.
Esto implica desmontar, limpiar adecuadamente todos los componentes, remojarlos en desinfectante (percarbonato de sodio o hipoclorito de sodio) y realizarles un buen enjuague al finalizar.
Todo esto mantendrá la contaminación bajo control, minimizando el riesgo de deterioro en tu cerveza.
2. Utilizarás ingredientes frescos
Muchos -aunque no todos- de los ingredientes necesarios para elaborar cerveza están en su mejor momento cuando están frescos.
Pero aún así, de no ser posible conseguirlos, selecciona ingredientes que hayan sido bien almacenados en lugares frescos y secos, o que cuenten con refrigeración adecuada cuando corresponde.
3. Añadirás levadura saludable
La levadura de cerveza es un organismo vivo con la misión más importante de todas, que es crear la cerveza.
Una población saludable de las células de levadura introducida inicialmente al mosto promoverá una fermentación robusta y reducirá en gran medida el riesgo de deterioro.
4. Fermentarás a una temperatura adecuada
La levadura será capaz de sobrevivir y fermentar la cerveza dependiendo de la temperatura adecuada a su variedad, hasta 12°C para lagers y hasta 22°C para ales.
La cerveza producida a partir de fermentaciones con temperaturas mayores a estas puede desarrollar una variedad de sabores y aromas un tanto desagradables que le podrían restar calidad al producto final.
Los mejores resultados por lo general se obtienen mediante una fermentación en el extremo inferior del rango de temperatura recomendado.
5. Alcanzarás la densidad final
Es importante estar seguro de que la levadura ha agotado todos los azúcares fermentables del mosto durante la fermentación.
Luego, al embotellar, se añade una pequeña cantidad de azúcar (normalmente 8 g/l) para alcanzar la densidad correcta de CO2 (carbonatación).
Los azúcares fermentables que pudieran permanecer al embotellar por no alcanzar la densidad final podrían añadir un nivel de CO2 exagerado que dará como resultado un líquido alborotado y botellas que hacen erupción al abrirlas.
6. Degustarás la cerveza antes de embotellar
Si huele a cerveza y sabe a cerveza debe ser cerveza. Elaborar cerveza, entonces, es un arte que apela a los sentidos, por lo que es importante olerla y degustarla en cada oportunidad.
Esta práctica permite ahorrar tiempo y esfuerzo, ya que si en algún momento detectas que tu cerveza huele a vinagre, medicina o esencia de almendras, por ejemplo, es muy probable que se haya deteriorado y que su proceso deba ser interrumpido.
7. Utilizarás botellas reutilizables
Hoy en día, existen muchos tipos de botellas de cerveza comerciales en circulación, pero no todas están diseñadas para ser reutilizadas.
En tiendas especializadas o incluso Amazon deberías poder encontrar sin problemas suministros de botellas de varios tamaños que sean resistentes y reutilizables.
8. Mantendrás registros ordenados
Hay muchas variables en el proceso de elaborar una cerveza y un lapso de tiempo promedio de por lo menos un par de semanas entre la elaboración y el resultado final.
Imagina la angustia de degustar una de las mejores cervezas que hayas elaborado y darte cuenta que existen pocas posibilidades de reproducirla ¡porque no tomaste registros de su elaboración!
9. Serás paciente al fermentar
La cerveza de elaboración casera se desarrolla en la botella. Claro, la cerveza puede consumirse tan pronto como la segunda fermentación ha producido suficiente efervescencia, pero las burbujas aún serán muy toscas.
Madurar la cerveza en la botella permite que las burbujas se vuelvan más finas (generando una espuma más cremosa y persistente) y que despeje sus aromas y sabores a medida que el sedimento se compacta.
10. Utilizarás cristalería adecuada y limpia
Un vaso limpio y adecuado para cada cerveza ayudará a que se sirva mejor y se vea mejor, a que se disfrute mejor, formando una buena y duradera capa de espuma.
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