Beber una cerveza fría es un placer universal, pero mantenerla a la temperatura ideal puede ser un desafío, especialmente en ambientes cálidos como la playa.

Cerveza y transferencia de calor
Cerveza y transferencia de calor
Raiola Networks

¿Por qué algunos vasos parecen conservar mejor el frío? ¿Existe una forma ideal para evitar que la cerveza se caliente demasiado rápido?

Estas preguntas han inspirado un interesante estudio científico llevado a cabo por Cláudio C. Pellegrini, de la Universidad Federal de São João del-Rei en Brasil.

En su trabajo, el investigador explora cómo la forma del vaso influye en la transferencia de calor, utilizando modelos matemáticos y principios de termodinámica para diseñar el recipiente óptimo que mantenga la cerveza fría por más tiempo.

El problema de la transferencia de calor

Desde el momento en que una cerveza fría se sirve en un vaso, comienza a ganar calor del ambiente.

En condiciones ideales, como un día fresco con una temperatura ambiente de 10°C, una cerveza servida a 4°C puede mantenerse agradablemente fría durante unos 30 minutos.

Sin embargo, en un ambiente extremo, como una playa con 38°C y viento, este tiempo se reduce drásticamente a solo 3 minutos.

Este fenómeno no solo es frustrante para los amantes de la cerveza, sino que también es un problema físico-matemático intrigante.

El calor que entra al vaso proviene principalmente de dos fuentes: la superficie del vidrio y la parte superior expuesta del líquido.

Factores como el grosor del vaso, la conductividad térmica del material y las condiciones externas como el viento o el sol intensifican la transferencia de calor.

Pellegrini abordó este desafío mediante el diseño de un modelo matemático que buscaba optimizar la forma del vaso para reducir esta transferencia al mínimo posible.

Fundamentos científicos para un diseño óptimo

La transferencia de calor en un vaso de cerveza sigue un modelo físico que puede representarse mediante la ecuación diferencial:

[math] \frac{dT}{dt} = \frac{h_{cv}}{\rho c_p} \left( \frac{A_\text{tot}}{V} \right)(T – T_\infty) [/math]

Donde: 

[math] T [/math] es la temperatura de la cerveza.
[math] T_\infty [/math] es la temperatura ambiente.
[math] t [/math] es el tiempo.
[math] h_{cv} [/math] es el coeficiente de transferencia de calor por convección.
[math] \rho [/math] es la densidad del líquido.
[math] c_p [/math] es el calor específico.
[math] A_\text{tot} [/math] es el área total de transferencia de calor.
[math] V [/math] es el volumen del líquido.

La ecuación muestra que la tasa de calentamiento de la cerveza depende de la relación entre el área expuesta al calor y el volumen del vaso.

La estrategia de Pellegrini consistió en reducir esta proporción mediante un diseño geométrico óptimo.

La solución matemática a la forma del vaso

El modelo matemático desarrollado genera una curva que describe la forma ideal del vaso. Esta se representa como:

[math] r = \pm \frac{1}{C_1} \sqrt{4 + \left(C_1^2 R_b^2 – 4\right)e^{C_1 h/2}} [/math]

Donde:

[math] r [/math] es el radio del vaso a una altura [math] h [/math].
[math] C_1 [/math] es un parámetro de forma.
[math] R_b [/math] es el radio de la base.
[math] h [/math] es la altura desde la base.

El resultado es una familia de vasos con formas que aumentan gradualmente desde una base estrecha hacia una boca más amplia.

El volumen del vaso para una altura H se determina mediante:

[math] V = \pi \int_{0}^{H} r^2 , dh [/math]

Mientras que el área lateral del vaso está dada por:

[math] A_\text{lat} = 2 \pi \int_{0}^{H} r \sqrt{1 + \left(\frac{dr}{dh}\right)^2} , dh [/math]

Estas fórmulas permiten calcular y verificar que las dimensiones propuestas son óptimas para minimizar la transferencia de calor.

Esta configuración permite maximizar el volumen mientras se minimiza el área expuesta, logrando así una reducción efectiva en la transferencia de calor.

Dimensiones óptimas por tipo de vaso

El análisis mostró que, aunque los vasos óptimos comparten características similares debido a la unicidad matemática de la solución, mantienen proporciones específicas según su uso y capacidad.

Pellegrini aplicó su modelo a diferentes categorías de vasos tradicionales, obteniendo los siguientes resultados optimizados:

VasoAltura (mm)Diámetro Superior (mm)Volumen (ml)Parámetro C1​ (1/m)
Tulipa Brasileña190105300117.0
Pinta Imperial14312056871.5
Pinta Americana14910047393.0
Vaso Weizen2137959178.5
Jarra de Cerveza1568947386.3

Aplicaciones en la vida real

Además de su relevancia académica, este estudio tiene aplicaciones prácticas para la industria cervecera.

Los fabricantes de vasos pueden utilizar estas formas optimizadas para diseñar recipientes que no solo sean funcionales, sino que también ofrezcan una experiencia de consumo mejorada, especialmente en ambientes desafiantes como la playa o el verano.

El estudio también señala estrategias complementarias, como mantener una capa de espuma sobre la cerveza, evitar la exposición directa al sol y usar superficies aislantes para reducir la transferencia de calor desde la base del vaso.

Futuras investigaciones

Este trabajo demuestra cómo los principios de la física y las matemáticas pueden aplicarse a problemas cotidianos.

Aunque el modelo simplifica ciertos aspectos, como la transferencia de calor radiativa y la interacción con la espuma, ofrece una base sólida para futuras investigaciones que aborden estos factores.

En última instancia, la ciencia detrás del vaso de cerveza perfecto no solo mejora nuestra comprensión de los fenómenos térmicos, sino que también transforma un acto tan cotidiano como disfrutar de una cerveza fría en una experiencia más prolongada y placentera.

Referencias 

Pellegrini, C. C. (2024). Optimizing Beer Glass Shapes to Minimize Heat Transfer – New Results. arXiv:2402.12043v1 https://doi.org/10.48550/arXiv.2402.12043.

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