El kettle souring ha revolucionado la elaboración de cervezas sour, posicionándose como una técnica moderna y controlada que facilita la producción de cervezas de perfil ácido destacado en tiempos significativamente menores que los métodos tradicionales de fermentación.
Popularizado en la última década, este método permite a los cerveceros experimentar con cervezas ácidas sin los riesgos de contaminación prolongada y sin los largos tiempos de espera típicos en fermentaciones de tipo “wild”.
Contenido
¿Qué es el kettle souring?
El kettle souring es una técnica de acidificación controlada que se realiza en el hervidor (kettle) antes de la ebullición del mosto.
A diferencia de la fermentación ácida tradicional, que puede tardar meses e involucra la exposición prolongada de la cerveza a microorganismos en barricas o tanques, el kettle sour se completa en un período de 24 a 48 horas.
Este enfoque rápido permite al cervecero definir el perfil ácido de la cerveza de manera más precisa y reproducible, manteniendo un nivel de acidez típico en un rango de pH entre 3.2 y 3.8, lo cual contribuye a la consistencia del producto final y reduce el riesgo de sabores no deseados.
Kettle sour paso a paso
El kettle souring involucra varios pasos clave que deben ser ejecutados cuidadosamente para garantizar un producto final de alta calidad:
1. Preparación del mosto
La pasteurización inicial del mosto a 80°C elimina microorganismos no deseados, luego, se enfría a una temperatura de 35-40°C, ideal para la actividad del Lactobacillus.
2. Inoculación y acidificación
Se inocula el mosto con bacterias ácido-lácticas, como Lactobacillus plantarum, brevis o delbrueckii, que reducen el pH a un rango entre 3.2 y 3.8 en 24 a 48 horas.
Durante esta fase, se purga el sistema con CO₂ y se monitorea el oxígeno disuelto, que debe mantenerse en niveles mínimos para evitar la oxidación y preservar la estabilidad de la cerveza.
3. Post-acidificación y ebullición
Al alcanzar el pH deseado, se lleva el mosto a ebullición para detener la actividad de las bacterias y se añaden los lúpulos.
El mosto se enfría nuevamente y se prepara para la fermentación con levadura, que aporta el perfil final de la cerveza ácida.
Control de sensidad y nutrientes
El rango de densidad inicial recomendado es de 1.040 a 1.048, que optimiza la eficiencia del proceso y el perfil ácido final.
Es esencial adicionar micronutrientes como zinc, para favorecer el crecimiento de Lactobacillus y asegurar una acidificación efectiva.
Control de temperatura
El control preciso de la temperatura evita fluctuaciones que pueden alterar el perfil de sabor.
Los sistemas de mantas térmicas o controladores PID ayudan a mantener el rango ideal de 35-40°C durante la acidificación, asegurando que la fermentación ocurra en condiciones óptimas.
Parámetros críticos
Para asegurar la calidad, es necesario monitorear ciertos parámetros clave de métricas críticas como frecuencia de medición, rangos aceptables y acciones correctivas.
Parámetro | Frecuencia | Rango | Correcciones |
pH | 4 horas | 3.2 – 3.8 | Ajustar temperatura o re-inocular |
Densidad inicial | Inicio | 1.040 – 1.048 | Ajuste con dilución o concentración |
Temperatura | Continuo | 35 – 40°C | Ajustar control térmico |
Oxígeno Disuelto | Continuo | < 1 ppm | Purga con CO₂ |
Nutrientes | Inicio | Adecuado para lacto | Añadir suplemento si es necesario |
Perfil del agua
Para cervezas ácidas, se recomienda un agua con bajos niveles de bicarbonatos y sulfatos, ya que estos minerales pueden neutralizar la acidez deseada y generar sabores no deseados. Un perfil mineral adecuado debe incluir:
- Calcio (Ca²⁺): Entre 50 y 100 mg/L, para favorecer la actividad de las bacterias lácticas y ayuda a flocular las partículas en el mosto.
- Magnesio (Mg²⁺): Entre 5 y 20 mg/L para contribuir a la salud de la levadura, pero que en exceso puede generar sabores amargos.
- Sodio (Na⁺): Concentraciones bajas de 5-30 mg/L, ya que en niveles altos puede aportar un sabor salado indeseado.
- Sulfatos (SO₄²⁻): Menos de 50 mg/L, para evitar una influencia demasiado amarga.
- Cloruros (Cl⁻): Entre 30 y 50 mg/L, para una sensación de cuerpo y suavidad en el sabor.
- Bicarbonatos (HCO₃⁻): Menos de 30 mg/L, para evitar una alcalinidad excesiva que interfiera con la acidez deseada.
Ajustar estos niveles puede mejorar significativamente el proceso del kettle sour y garantizar una acidez equilibrada y un perfil de sabor limpio y fresco.
¿Cómo escalar la producción?
El escalamiento del kettle sour requiere ajustar parámetros según el volumen de producción y la infraestructura disponible.
- Para volúmenes mayores, el tiempo de acidificación y la capacidad de purga de CO₂ deben recalcularse.
- Al aumentar el volumen, el tiempo para alcanzar el pH deseado puede variar, por lo que la densidad y nutrientes deben calcularse proporcionalmente.
- Para producciones grandes, se recomiendan tanques de acero inoxidable con control térmico integrado y un sistema de purga de CO₂ eficiente.
¿Cómo controlar el proceso?
El control y validación del proceso asegura que cada lote cumpla con siguientes estándares de calidad adecuados.
1. pH y densidad
El pH final debe estar entre 3.2-3.8 y la densidad debe alinearse con el rango definido de 1.040-1.048.
2. Controles críticos
Densidad inicial, niveles de nutrientes, control de temperatura y oxígeno disuelto.
3. Registros detallados
Registrar valores de cada métrica crítica y las acciones correctivas aplicadas en caso de desviaciones.
Consideraciones técnicas
Un control microbiológico constante es esencial, ya que mantener la sanitización rigurosa previene contaminaciones.
Además, para asegurar la estabilidad microbiológica y vida útil del producto final, es recomendable realizar pruebas de recuento de células viables, monitorear los niveles de ácidos orgánicos y controlar la calidad microbiológica en cada etapa del proceso.
Problemas comunes y soluciones
El monitoreo y ajuste preciso de estos factores corrige la mayoría de los problemas.
Una acidificación lenta puede indicar temperatura inadecuada o bajos niveles de Lactobacillus y se corrige con un constante monitoreo y ajuste de temperatura y nutrientes.
La oxidación o fluctuación de temperatura suelen ser causa de off-flavors, por lo que purgar con CO₂ y mantener una temperatura estable es fundamental.
Para asegurar la vida útil del producto final, es crucial minimizar el oxígeno durante la fermentación y el envasado (lata o botella).
El uso de técnicas de conservación como la pasteurización y el uso de envases herméticos ayudarán a mantener la estabilidad y calidad de la final de la cerveza.
Conclusiones
El kettle souring ofrece a los cerveceros una forma eficaz de crear cervezas ácidas de alta calidad en poco tiempo.
Gracias a las prácticas avanzadas de control de procesos, escalamiento y validación, los cerveceros pueden mejorar la consistencia de sus lotes y ofrecer una experiencia de sabor inigualable para los consumidores de cerveza ácida.
Con un enfoque preciso en cada paso y el uso de herramientas de análisis, el kettle souring sigue consolidándose como una de las técnicas más efectivas en la elaboración de cervezas ácidas de calidad.
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