Las cervezas Pumpkin Ale (cervezas de calabaza) son productos desarrollados a partir de la colonización del continente norteamericano, como parte del descubrimiento de nuevas frutas y hortalizas, entre las que se encontraban la calabaza.
El uso de la calabaza era esencial en esa época dentro de los alimentos disponibles por los habitantes nativos durante el invierno, quienes secaban su carne en lonchas para conservarla.
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El nacimiento de las cervezas Pumpkin Ale
Estos primeros europeos emigrados comenzaron a utilizar calabaza para obtener los azúcares y almidones necesarios para fermentar cerveza ante la ausencia de importación y cultivo de cebada para maltear.
Las Pumpkin Ale entonces son cervezas que originalmente fueron elaboradas por necesidad, como cervezas de temporada, muchísimo antes de convertirse en un producto comercial de temporada.
Estas primeras elaboraciones de Pumpkin Ale ya eran descritas en una canción del folclore americano en 1643 y es sabido que personalidades como George Washington, Benjamín Franklin y Thomas Jefferson también incluyeron este ingrediente en sus recetas.
A lo largo de los siglos XVIII y XIX eran habituales en la fabricación de cerveza y bebidas espirituosas los nabos, las melazas, las manzanas, el maíz y las calabazas, que eran los víveres más comunes en América del Norte.
A comienzos del siglo XX, en los bares se pedía el Flip, un combinado de ron, Pumpkin Ale, azúcar morena y calabaza seca, en el que se sumergía un agitador de hierro incandescente para caramelizar los azúcares no fermentables, a la vez que hacía espuma y le daba a la bebida un sabor quemado y amargo.
El renacimiento de las Pumpkin Ale
Tras el fin de la Ley Seca en Estados Unidos, con una agricultura más desarrollada, prevalecieron las cervezas tipo lager de estilo alemán y bohemia, elaboradas con lúpulo y cereales, no siempre malteados.
Hasta que en los años ochenta, con el renacimiento de la cerveza artesanal, el propietario de la Buffalo Bill´s Brewery de California, William Owens, encontró una receta formulada por George Washington en la que se usaba pulpa de calabaza en el macerado.
Owens que también era agricultor, machacó una de sus calabazas gigantes y la maceró con los ingredientes de una Amber Ale común, pero todo terminó en desilusión al descubrir que el sabor de la calabaza no estaba presente en el producto final fermentado y carbonatado.
Decidió entonces elaborar otro lote, esta vez usando solo las especias con las que se condimenta habitualmente la tarta de calabaza. Nacía así la primera Pumpkin Ale moderna.
En ocasiones tienen un sabor muy dulce y empalagoso, pero existen cervezas en las que las especias dan equilibrio y armonía a los sabores, dejando notas de caramelo, melaza, avellana e incluso terreas.
Mejores ejemplos de Pumpkin Ale
Algunas de las Pumpkin Ales mejor valoradas son: Brooklyn Brewery´s Post Road, Dogfish Head Craft Brewery´s Punkin Ale, Carolina Beer Company´s Cottonwood, Shipyard´s Pumpkinhead Ale y Pugsley´s Signature Series Smashed Pumpkin, Schlafly´s Pumpkin Ale y Smuttynose Brewing Company´s Pumpkin Ale.
En los últimos años han ido surgiendo nuevas recetas, incluso fuera del continente norteamericano, en las que se usan desde purés de calabaza hasta saborizantes artificiales, acompañados de avellana, canela, clavo, jengibre o pimienta de Jamaica.
Son cervezas que oscilan entre 4% y 7% ABV y no siempre se emplean levaduras Ale, como para la Lakefront Pumpkin Lager.
Pumpkin Ale, la cerveza de Halloween
Otras cerveceras también la combinan con otros estilos como es el caso de Four Peaks Pumpkin Porter, Cape Ann Brewing Company´s Fisherman´s Pumpkin Stout o Timmermans Pumpkin Lambicus, una de las primeras elaboradas en Europa, tan solo unos años atrás.
Es evidente que la popularidad de estas cervezas se ve acrecentada por el día de Pumpkin Chunkin y de Halloween, festividades norteamericanas en las que el fotogénico fruto naranja es el protagonista.
En estos días es tradicional la comida y bebida a base de calabaza, así como vaciarlas para hacer linternas con ellas o lanzarlas con una catapulta para que se rompan. Pero cómo llegó la calabaza a convertirse en el símbolo de estas celebraciones es otra historia.