Un equipo de la Universidad de Stanford ha localizado en una cueva cerca de Haifa, Israel, los residuos más antiguos de elaboración de cerveza en la historia, hace unos 13.000 años.
Estos antiquísimos maestros cerveceros pertenecían al pueblo natufiano, un grupo de cazadores-recolectores del este del Mediterráneo quienes habrían elaborado estas bebidas para las fiestas rituales en las que veneraban a los muertos.
Se trata, según explican los autores del estudio en la revista Journal of Archaeological Science: Reports, del registro más antiguo conocido de elaboración de alcohol artificial.
La cerveza como impulsora de la agricultura
El hallazgo, además, antecede en varios milenios la aparición de cereales cultivados en el Cercano Oriente, por lo que respalda fuertemente la hipótesis propuesta por los arqueólogos hace más de 60 años: que la cerveza pudo impulsar el desarrollo de la agricultura.
Los investigadores analizaron residuos de morteros de piedra de 13.000 años de antigüedad encontrados en la cueva Raqefet, un cementerio natufiano, en donde descubrieron evidencias de una extensa operación de elaboración de cerveza.
La doctora Li Liu, profesora en Stanford y responsable del estudio señala:
Este descubrimiento indica que hacer alcohol no fue necesariamente el resultado de la producción de excedentes agrícolas, sino que se desarrolló para fines rituales y necesidades espirituales, al menos hasta cierto punto, antes de la agricultura.
Para Liu, fue una absoluta sorpresa encontrar la presencia de cerveza en las muestras de residuos que recolectaron:
No nos propusimos encontrar alcohol en los morteros de piedra, solo queríamos investigar qué alimentos vegetales podían haber consumido las personas porque había muy pocos datos disponibles en el registro arqueológico.
El pan más antiguo del mundo fue recuperado recientemente desde otro yacimiento natufiano en el este de Jordania. Sus restos podrían tener entre de 11.600 y 14.600 años. La cerveza del nuevo estudio tiene entre 11.700 y 13.700 años.
Un brebaje de gachas y avena
Jiajing Wang, coautor del artículo explica:
La cerveza antigua no se parece en nada a la que bebemos hoy. Lo más probable es que fuera un brebaje de ingredientes múltiples, como gachas o avena.
En la cueva Raqefet, Liu y Wang desenterraron restos de almidón y partículas microscópicas de plantas conocidas como fitolitos, que son típicas en la transformación del trigo y la cebada en alcohol.
Los investigadores creen que los natufianos utilizaron un proceso de elaboración de cerveza en tres etapas. Primero, el almidón de trigo o cebada se convertiría en malta.
Esto sucede al germinar los granos en agua para luego drenarlos, secarlos y almacenarlos. Entonces, la malta se convertía en puré y era calentada. Finalmente, se dejaría fermentar con levadura silvestre al aire.
Experimentos
Para probar su hipótesis, los investigadores llevaron a cabo una serie de experimentos que recreaban cada paso que los natufianos habrían dado para preparar su cerveza.
Esto permitió a los investigadores estudiar cómo los gránulos de almidón cambiaban durante el proceso de preparación y hacer comparaciones con lo que habían descubierto. Y, en efecto, todo encajaba.
Al analizar los artefactos que fueron excavados en la cueva, los investigadores también se dieron cuenta de que las huellas dejadas en el antiguo mortero de piedra se parecían mucho a sus propios experimentos de laboratorio de machacar y triturar semillas de granos, un proceso requerido para la elaboración de la cerveza.
Para los autores, la elaboración de la cerveza era algo muy especial para los natufianos, algo que preparaban para sus rituales y banquetes, y que suponía «un mecanismo de regulación social en las sociedades jerárquicas«, explica Wang, quien cree que el descubrimiento de la cerveza en el cementerio pone de relieve los lazos emocionales que los cazadores-recolectores tenían con sus antepasados.