Por Duncan Bryant

La cerveza, la hidromiel y el vino han estado vinculados durante mucho tiempo a lo largo de la historia y conforman uno de los triángulos amorosos más tumultuosos pero deliciosos en el mundo de la fermentación.

Cerveza, vino e hidromiel portada
Cerveza, vino e hidromiel

Hoy en día, su legado incluye a 3 herederos principales, cada uno de ellos una deliciosa bebida híbrida que combina lo mejor de la cerveza, la hidromiel y el vino.

Pyment (vino + hidromiel)

Las primeras menciones sobre la relación entre el vino y la hidromiel se remontan a los primeros registros históricos de Roma, Grecia y Egipto.

La cualidad vinosa y ácida de las uvas combinadas con la fragancia y el dulzor de la miel es el sello distintivo del Pyment, una combinación de vino e hidromiel.

Con más de 300 variedades de miel y 10.000 variedades de uva de vino existentes, las opciones de combinar sus sabores son increíbles.

A esto se suma su amplio rango de intensidades que van desde los 3,5 a los 14% ABV y de dulzores residuales que van de secos a muy dulces, sin duda aquí la diversidad es lo que manda.

Braggot (cerveza + hidromiel)

La leyenda de las aventuras entre la cerveza y la hidromiel son tratadas ya en el famoso famoso Himno a Ninkasi, una oda a la diosa sumeria de la cerveza en la que se destaca una antigua receta.

Una receta que más de 3.000 años después que fue traducida para incluir una adición de miel, creando un estilo híbrido de cerveza e hidromiel conocido hoy como Braggot

El triangulo amoroso de la fermentación
El triangulo amoroso de la fermentación

El Braggot se elabora típicamente como una cerveza, con miel agregada durante el hervor, durante la fermentación o después de la fermentación.

Para maximizar la cantidad del carácter de la miel en el Braggot, se recomienda agregar la miel después de la fermentación, ya que el calor de la ebullición y el vigor de la fermentación podrían eliminar sus preciados aromas y sabores.

Híbrido de cerveza y vino

La cerveza y el vino han pasado por muchas cosas juntos, desde (supuestamente) adornar la taza del Rey Midas hasta sobrevivir a la sequía que impuso la Prohibición en los Estados Unidos.

Hoy en día, no es raro ver cervezas envejecidas en barriles de vino, pero tampoco es raro ver híbridos de cerveza-vino que reúnen uvas y granos en un mismo fermentador.

Estos híbridos de cerveza y vino suelen utilizar cerveza como base y las uvas una como fuente adicional de azúcar fermentable y complejidad de aromas y sabores.

La clave es seleccionar un estilo de cerveza y una variedad de uva que funcionen en armonía para exhibir lo mejor que la malta, el lúpulo, la uva y la levadura tienen para ofrecer.

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