La Abadía de Saint Joseph fue fundada en 1950 en la cima de una colina cubierta de árboles al norte de la ciudad de Spencer, Massachusetts.
El monasterio católico es el hogar de los monjes de la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia, más conocidos como Trapenses.
Es común que los Trapenses produzcan bienes y brinden servicios para ayudar a financiar su monasterio y apoyar económicamente sus esfuerzos caritativos.
Desde 1950, los monjes de la Abadía de Spencer llevan elaborando y vendiendo mermeladas y jaleas con este propósito, pero no fue sino hasta hace unos pocos años que la Abadía de Massachusetts decidió seguir cultivando las tradiciones que durante mucho tiempo han estado enraizadas en los monasterios Trapenses de Europa y comenzar a elaborar cerveza.
Después de pasar mucho tiempo estudiando técnicas de elaboración y visitando algunas de las cervecerías Trapenses más reconocidas, Spencer Trappist Brewery abrió sus puertas en 2013 convirtiéndose en la primera y actualmente única cervecería Trapense en Estados Unidos reconocida por la ITA (International Trappist Association)
Tuvimos la oportunidad de hablar con el padre Isaac, director de Spencer Brewery, para pedirle algunos consejos que compartir con los cerveceros caseros.
Contenido
Elaborando cervezas como un Trapense
Antes de pasar a los consejos para una elaboración casera, el padre Isaac hace hincapié en que «Trapense» no es un estilo de cerveza específico, sino que simplemente designa el lugar donde se elabora una cerveza particular, en este caso en un monasterio Trapense con una comunidad de monjes activa.
Debido a la reconocida pasión de los monjes por la excelencia en la elaboración de cerveza, el término Trapense se ha asociado históricamente con el más alto estándar de calidad en la cultura cervecera mundial», comparte el padre Isaac.
Después de reunirse con el equipo que elabora la cerveza, el padre Isaac y los monjes de la Abadía han compilado los siguientes consejos para compartir con los cerveceros caseros:
1. Pasión por la excelencia
Las cervecerías Trapenses ocupan un lugar en la cultura de la cerveza mundial porque se niegan a comprometer la calidad de los ingredientes y utilizar tecnología de vanguardia de la mano de una educación continua. Esta combinación permite consistencia, que es la base de la excelencia en calidad.
Compra el equipo que mejor se ajusta a tu presupuesto y compra los mejores y más frescos ingredientes. Mantén registros meticulosos de cada elaboración de cerveza y asegura tiempo suficiente para limpiar correctamente.
Espera hasta preparar tu nueva receta unas 15 o más veces, modificando solo un detalle cada vez y evaluando los resultados, hasta que logres llegar a la cerveza de tus sueños.
2. Mantenlo simple
Especialmente en la combinación de maltas. Normalmente utilizamos una combinación malta Pils de dos y seis hileras más el uso de malta Caramunich para ajustar el color.
Prefiere maltas frescas y de alta calidad en lugar de maltas exóticas. El delicioso perfil de sabor de la malta belga proviene más de los escalones de temperatura durante el macerado que del uso de maltas especiales, caras y difíciles de encontrar.
3. Sé bueno con tu levadura y ella será buena contigo
Cuando un cervecero artesanal nos preguntó una vez por qué utilizábamos sólo una cepa de levadura durante la fermentación, un antiguo cervecero Trapense le respondió que había pasado toda su vida estudiando esta única levadura y recién en ese momento creía que estaba empezando a entenderla con alguna profundidad.
Elije una levadura de fermentación alta de un laboratorio reconocido, tal vez una Wyeast 3787 o 3538 o alguna otra levadura con un perfil de esteres a clavo de olor, frutas, banana y se paciente y amistoso con ella. Ajusta la temperatura de fermentación primaria a 25°C (+/- 1) y entre 20 y 22°C durante la fermentación secundaria por tres semanas.
4. Busca el equilibrio
Una diferencia fundamental entre una cerveza Trapense en particular y las cervezas belgas en general es la armonía de los ingredientes y subproductos de la fermentación que imparten aromas y sabores a la cerveza.
El principio central es que ningún elemento debe dominar, especialmente el alcohol, los elementos de malta, levadura, lúpulo y agua son tan equilibrados naturalmente que el perfil de sabor final se desarrolla en capas, complejo, difícil de separar analíticamente, con un aroma intrigante y finalmente, delicioso. ¡Una sinfonía de sensaciones gustativas!
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