La elaboración de refrescos caseros es una excelente oportunidad de preparar bebidas sin alcohol que podrás compartir con amigos y familiares de todas las edades.
La mejor parte de elaborar tu propio refresco es tener completo control del sabor y el nivel de dulzor por sobre la refrescos comprados en la tiendas. Ya sea que lo prefieras dulce, agrio o tan solo burbujeante, las posibilidades son infinitas.
Contenido
¿Qué es un refresco de soda?
En pocas palabras la soda es un refresco que combina agua, azúcar, ácido, saborizante y carbonatación en una bebida equilibrada que te invite a tomar otro sorbo.
En la elaboración de refrescos, el dulzor y la acidez ofrecen contrapuntos para ayudar a lograr este equilibrio, similar a la dinámica entre el lúpulo y la malta en la cerveza, luego de eso, se utilizan ingredientes adicionales para crear un perfil de sabor interesante respaldado por la dulzura y la acidez de base.
1. Agua
Al igual que la cerveza, el agua constituye la mayor parte de la gaseosa, por lo que es importante utilizar agua de buena calidad.
No cualquier agua de grifo es apropiada y algunas incluso pueden introducir sabores no deseados, por lo tanto utilizar agua filtrada con carbón o comprada en la tienda es un buen punto para comenzar.
2. Dulzor
Muchos de los refrescos comprados en la tienda están repletos de azúcar, por lo que una de las ventajas de elaborarlo en casa es que las opciones de añadir dulzor son diversas, desde azúcares líquidos como la miel, el néctar de agave y el extracto de malta hasta los azúcares secos que se usan comúnmente en la elaboración de la cerveza.
Una vez que hayas seleccionado el tipo de azúcar, mezclar en proporción 1: 1 con agua (por ejemplo 1 taza de azúcar por 1 taza de agua) en una cacerola mediana y hervir durante 10 minutos.
3. Acidez
No subestimes el contrapunto de acidez, así como el lúpulo equilibra el dulzor de la malta y otros azúcares, la acidez en los refrescos complementa la combinación de azúcar y una vigorosa carbonatación.
Las gaseosas comerciales suelen utilizar una combinación de ácido fosfórico y ácido cítrico, fácilmente disponibles en supermercados y/o tiendas de cerveza casera.
El método de «siempre puedes agregar, pero no quitar» suele tener mucho sentido aquí, agregar un poco a la vez y probar el sabor y evitará que te excedas, ya que demasiada acidez puede causar un sabor muy desagradable.
4. Sabor
Cuando pienses en adiciones de sabor, siempre opta por alternativas naturales para así obtener un sabor más fresco, ya sean hierbas, especias, frutas, verduras, jugos, tés e incluso amargos de cóctel se pueden utilizar para desarrollar refrescos interesantes.
Aquí algunos consejos:
- La fruta fresca se debe picar, congelar y luego mezclar para extraer el jugo.
- Las cáscaras ralladas, particularmente de las frutas cítricas, son fantásticas adiciones de sabor y una excelente manera de utilizar una parte de la fruta que generalmente se descarta.
- Los jugos se pueden agregar directamente a la mezcla del jarabe de azúcar.
5. ¿Levadura?
Si deseas embotellar tu refresco, la mayoría de las recetas de la vieja escuela requieren agregar una pizca de levadura de cerveza y una cucharada de azúcar (alrededor de 50 gramos cada 4 litros) antes de embotellar para lograr la carbonatación deseada.
Sin embargo, recuerda que la base de jarabe también contiene mucho azúcar, por lo que no es estrictamente necesario el azúcar de cebado adicional a menos que estés haciendo un refresco con muy poco azúcar.
Al igual que con el acondicionamiento casero de botellas, la levadura fermenta el azúcar y produce CO2, que se disuelve en el refresco y crea carbonatación en las botellas tapadas.
Se recomienda encarecidamente el uso de botellas de plástico, ya que la presión creada durante la carbonatación puede hacer explotar fácilmente una botellas de vidrio.
Una ventaja adicional de usar botellas de plástico es que un simple apretón puede ayudar a medir la progresión de la carbonatación. Una soda tradicional posee al menos el doble de CO2 que la mayoría de las cervezas.
Una vez que las botellas hayan alcanzado el nivel ideal de carbonatación, guárdalas en el refrigerador para disminuir la actividad de la levadura, ya que si se mantienen a temperatura ambiente (o más cálida), la fermentación continuará y no solo lograra sobre-carbonatar la bebida, sino que hará escurra por completo se abra, como un volcán.
6. Carbonatación forzada
Si estás utilizando barriles, puede renunciar a la carbonatación natural y optar por la carbonatación forzada.
Simplemente mezcla tu refresco en el barril, conéctalo a un tanque de CO2 y configura el nivel de carbonatación deseado, por lo general unos 30 PSI a 2°C (35°F) para alcanzar unos 4.5 volúmenes de CO2.
Recetas de refrescos de soda
1. Seltzer
Un clásico de las sodas, su popularidad se remonta a la Gran Depresión cuando el seltzer era la opción más barata en el mostrador de refrescos. Tiempos difíciles, bebidas baratas.
Ingredientes
11 litros de agua filtrada.
Preparación
Enfríar el agua a 2°C (35°F) y forzar la carbonatación a 30 PSI durante 10 minutos.
2. Soda de lima-limón y jengibre
Una receta que da un giro a la clásica soda de lima-limón, en donde el jengibre proporciona un golpe extra que te despierta y mantiene las cosas en movimiento.
Ingredientes
- 8 ½ litros de agua purificada
- 750 g de azúcar
- 100 ml de jugo de jengibre fresco
- 475 ml de jugo de limón
- 475 ml de jugo de lima
- 6 limones
- 6 limas
Preparación
- Exprimir jugo de jengibre fresco con un exprimidor o molerlo en un procesador de alimentos hasta convertirlo en pulpa, exprimiéndolo luego en un paño de cocina limpio.
- Obtener la ralladura de seis limas y seis limones y reunirlas en una bolsa de tela de doble capa. Calentar el agua a aproximadamente 170°F (77°C) y agregar el azúcar revolviendo hasta disolver.
- Agregar los jugos de limón, lima y jengibre, apagar el fuego e introducir el paquete con la ralladura de lima y limón, tapar la olla y reposar por 30 minutos, enfriar en un baño de hielo, retirar la bolsa y embarrilar o embotellar.