Las cosas han cambiado mucho en un mundo dominado mayoritariamente por hombres, como han sido las cervecerías de Abadías Trapenses en las últimas décadas.
Un número importante de mujeres trabaja en estos lugares sagrados, en las áreas de laboratorio, marketing y principalmente control de calidad.
Su preponderancia en áreas de control de calidad se debe tal vez a que en Bélgica y en otros lugares, existe la creencia generalizada de que las mujeres poseen un sentido del olfato y el gusto más sensible y desarrollado que el de los hombres, y por lo tanto, estarían más capacitadas para estos trabajos.
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Heredera por derecho propio
Pero en la parte superior del organigrama, nunca había existido una mujer a cargo como maestra cervecera en ninguna cervecería Trapense.
Esto, hasta octubre de 2013, cuando Jean-Marie Rock, el célebre maestro cervecero de Brasserie d ‘Orval, en l’Abbaye Notre Dame d’Orval, se retiró.
Pero en este punto su reemplazo ya había sido nombrado unos meses antes: Anne-Françoise Pypaert, directora de control de calidad desde 1995 y segunda al mando luego de Jean-Marie.
De hecho, Anne-Françoise era la única mujer que trabajaba en Orval cuando la contrataron por primera vez a fines de 1992.
Hoy en día, son ocho mujeres en total: una en el laboratorio, una en investigación y desarrollo, cuatro en la oficina administrativa, una en la fábrica de quesos y una como maestra cervecera. 8 de un total de 37 trabajadores.
Apasionada por la cerveza
Al preguntarle a Anne-Françoise si había considerado alguna vez la elaboración de cerveza como una carrera cuando comenzó a estudiar Bioquímica a fines de la década de 1980, ella contesta que no lo creía posible, ya que la elaboración de la cerveza era un mundo muy dominado por los hombres en ese momento.
Sin embargo, después de unos años, mientras todavía estudiaba para obtener mi título, comencé a pensar que sería posible encontrar trabajo en una cervecería, ya que las cosas estaban cambiando en ese entonces. Por lo tanto, me centré en postularme a cervecerías y me contrataron aquí.
Ella nunca ha trabajado en otro lugar desde que se graduó de su universidad, lo cual es bastante notable hoy en día.
Aunque tal vez no tan notable considerando que las cervecerías Trapenses son reconocidas como buenos lugares para trabajar, con pagos y beneficios generosos. Los monjes trapenses cuidan a sus empleados.
Sorprendentemente, Anne-Françoise sólo probó cerveza Orval por primera vez un par de días antes de su entrevista inicial en la cervecería, quien comenta sonriente:
Me gustó desde el principio, ya que siempre he sido una amante de la cerveza Yo le digo a todo el mundo que las mujeres también disfrutan Orval y de otras cervezas amargas. Me gusta luchar contra la percepción de que a las mujeres sólo les gustan las cervezas dulces.
Formación y responsabilidades en Orval
Anne-Françoise estudió en el Institut Meurice en Bruselas, que ahora se llama «High School Lucia Debrouckere».
Sin embargo, fue su entrenamiento en el trabajo con Jean-Marie Rock durante más de veinte años lo que dió forma a sus talentos cerveceros.
Obviamente no soy Jean-Marie. Si bien el método de producción es casi el mismo, ya que él fue mi mentor, tenemos estilos de gestión muy diferentes.
Orgullo y reconocimiento
¿Qué se siente ser la primera maestra cervecera en una cervecería Trapense? ¿Estás orgullosa de ese logro?. Anne-Françoise responde:
Sí, estoy orgullosa, estoy segura. Estoy muy feliz.
Como si todo eso no fuera suficientemente impresionante, Anne-Françoise también es directora de producción de la fábrica de quesos de Orval.
Hoy en día Orval produce tres quesos, todos basados en el estilo Port Salut: jóvenes, viejos y quesos lavados con cerveza Orval.
Lamentablemente, por ahora, los quesos solo están disponibles en Bélgica, Francia y los Países Bajos.
El libro de las cervezas belgas
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