Por Egiptomania
En el antiguo Egipto, la cerveza y el pan constituyeron el alimento por excelencia y su invención se atribuía nada menos que a Osiris, dios de los muertos y la agricultura, y por lo tanto el espíritu de los cereales, quien los hacía germinar y regenerar anualmente en el lodo del Nilo.
Si bien en Sumer (Sumeria) y Akab (Acadia) ya se consumía cerveza, suele atribuirse su invención a los egipcios, especialmente su producción “industrial”, siendo su consumo de enorme importancia para la población del Alto y Bajo Egipto tanto por su gran poder alimenticio, como por sus usos medicinales.
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Elaboración de cerveza en Egipto
Existen numerosas pinturas, grabados y figuras en los que se representa la elaboración de cerveza, incluso en algunas tumbas se explica el ciclo completo de elaboración, desde la recolección del cereal, la elaboración de tortas de pan, el malteado, amasado y filtrado, guarda, transporte de barriles en barcos y las fiestas donde se degustaba.
En contra de lo generalmente se piensa, la materia prima principal no era la cebada llamada “it” (Hordeum exastichum), mucho más cara, sino una especie de trigo rojo llamado “espelta” (triticum dicoccum) originario posiblemente de Palestina.
Quizá sea en la tumba de Ty dónde se encuentra una de las fórmulas más completas para elaborar cerveza, la cual iniciaba con el proceso de hacer germinar los granos de cereal (normalmente trigo, cebada o mijo) mediante humidificación.
De esta fase inicial, se conserva en el Museo Nacional del Cairo escrita en jeroglífico, una tablilla que indica cómo proceder:
Hay que dejar macerar e inflar los granos de cebada durante un día en agua clara. Después, hay que humedecerlos con agua y escurrirlos en un recipiente o bandeja con agujeros en su base. Después se seca y se infla al sol.
Existe también un papiro de Zózime, en donde se describe el proceso y la fórmula de elaboración según un médico de Panoplis:
Los granos germinados de cebada y espelta se trituran en un mortero, y con su harina, se fabrican panes de cerveza, que una vez horneados se dejan algo húmedos en su interior y una vez fríos, se trocean introduciéndolos en jarras con agua y azúcar. Después, se le añade la levadura y cuando termina la fermentación, se trasiega en una cuba, diluyéndose y tamizándose varias veces estrujando la masa y guardándose el líquido final en ánforas y almacenándose en cuevas frescas.
El azúcar a que se refiere, al no conocer los egipcios el de caña ni el de remolacha, es el azúcar natural producido por dátiles o miel, bien extractada o directamente como materias primas.
Se solían también hacer tortas de harina del cereal o usar panes cocidos o endurecidos ya inservibles para la comida, que una vez deshechos en migajas, se amasaban como una masa pastosa con agua a la que añadían dátiles, mandrágora, azafrán o comino para darle un particular aroma o sabor y además de prolongar su tiempo de consumo, evitando que el líquido se pusiera agrio.
Las normas de fabricación de cerveza eran muy estrictas y se regían muy de cerca en cada provincia de Egipto por cada monarca o príncipe, que a su vez daba cuentas directamente a la administración del faraón.
Una vez elaborada se procedía a sellar la jarra con arcilla cocida, para certificar la calidad y autenticidad de la cerveza mediante una inscripción jeroglífica en la tapa del recipiente, que no se tocaba hasta la operación de “apertura de la jarra” para evitar mezclas, todo ello muy vigilado por las normas estrictas de cada cervecero.
El oficio de cervecero en Egipto
En un principio, la elaboración de la cerveza era una tarea reservada a las labores de la mujer en el hogar.
Entre los signos jeroglíficos relacionados desde el Imperio Antiguo hasta la época Ptolemaica, se conocen al menos tres del oficio de cervecero:
Famosos fueron los maestros cerveceros de Alejandría y de Pelusium, siendo de particular importancia y de tal reconocimiento social el título, que algunas veces incluso tenían derecho a tumba en la necrópolis de Tebas, tal y como se reseña en un “cono funerario” existente en el Museo Egipcio de Barcelona, el cargo de uno de ellos se refería como “Jefe de la Dotación de Aves, Cervecero de Amón, Ab-em-usejet”.
La cerveza como alimento en Egipto
La cerveza egipcia difería bastante de la actual, principalmente en su aspecto, generalmente muy espeso, tanto así que en la práctica no se bebía, sino que se “comía” en unos cuencos al estilo de lo que es hoy el gazpacho o el puré.
La cerveza de aquella época básicamente consistía en una masa pastosa y turbia con muchas impurezas, aunque para mayor sofisticación, en algunos casos se filtraba y tras un proceso más elaborado, también se bebía, pero su destino principal era la comida, dado su alto contenido proteico y de hidratos de carbono.
El pueblo egipcio tenía como base de alimentación el pan, la cebolla y la cerveza, aunque esta última también se utilizaba como medicina (fórmulas en papiro registran indicaciones de introducir una cebolla en una jarra de cerveza).
Algunos otros papiros transcriben también que era utilizada como medio de pago (durante el reinado del faraón Ramses III, los trabajadores se declararon en huelga por falta de pago en especies, principalmente, cerveza, siendo esta la primera noticia de huelga de la historia).
También fue utilizada con fines recreativos en los distintos festejos como el de la germinación, que duraba una semana en la llamada “hut het renpwt”, o el de Shoiak, dedicado a “Los Misterios de Osiris”.
Al margen de estos usos cotidianos, también existía el consumo de la cerveza en las ofrendas a los muertos, que servían para alimentar al duplicado espiritual del cuerpo, el llamado Ka, durante su viaje al reino de Amenti.
Estas ofrendas se realizaban normalmente en cantidades de miles, tal y como observa en la siguiente inscripción jeroglífica de la “Estela de Maat” actualmente en el Museo Metropolitano de Nueva York:
O la que a continuación se transcribe, como ofrenda a su “inventor” Osiris:
Los egipcios, creían que el difunto era acompañado por Anubis hasta la “Sala de las Verdades” donde debía ser juzgado por 42 dioses que actuaban asesorando a Osiris. Si el espíritu era puro, éste se salvaba y estaba preparado para ir a los campos de Yaru, donde los cereales crecían el doble que en la tierra.
Una vez realizado el embalsamamiento del cadáver y vendado con tiras de lino, la momia era introducida en uno o varios sarcófagos llena de amuletos protectores y acompañaba del “Libro de los Muertos”, momento en que además se realizaba la entrega de ofrendas.
Estas, materializadas en cantidades de cerveza, panes, aves y otros alimentos, pasaban luego de un tiempo a poder de los sacerdotes del templo que, lógicamente, daban buena cuenta de ellas consumiéndolas como comida y bebida.
Luego se seguían los ritos indicados después de introducir la momia al sarcófago y trasladada a su tumba, momento en que los sacerdotes recitaban los pasajes del texto
Que pueda alimentarme de panes de trigo blanco y beber cerveza de cebada roja.
Era tal la importancia de la cerveza, que cuando Uadyed, diosa tutelar del Bajo Egipto, habla en los mismos textos, dice:
Mi pan es Pe, mi cerveza Dep y este poder me pertenece. Mi poder es pan y cerveza…
La ofrenda de cerveza era obligada para los dioses que iban a proteger al difunto y además servía para mantener la alimentación física del Ka.
El Capítulo 79 de los Textos de las Pirámides dice:
Recibo las ofrendas que provienen de mis altares, bebo cerveza durante el crepúsculo” (capítulo 79) y “Tú que das pan a Ptah ¡Oh grande que habitas en la Gran Morada, dame pan, dame cerveza…
Y en el ritual de ofrendas, comida preliminar del Texto de las Pirámides, declaración 49, dice:
¡Oh Osiris Rey! Toma el fermento que brotó de ti, cerveza, copa de piedra negra
O en la misma pirámide de Unas, en los textos más antiguos conocidos:
¡Oh Rey! Toma el Ojo de Horus, que ha sido arrancado de Set y reservado para ti; tus labios se abran con él, con cerveza, copa de piedra blanca …” “¡Oh Rey!, toma el ojo de Horus y provéete de cerveza.
Tal como se observa, la cerveza fue una bebida importantísima en el Antiguo Egipto, siendo muy considerada en todos los aspectos de su vida, incluso en la social, tanto, que Ptah-Hote, en sus interesantes “Enseñanzas”, muestra la forma en la que hay que comportarse y de cómo y con quien debían beberla:
No te sientes en una cervecería para juntarte con otro mayor que tú, tanto si es joven pero grande por su cargo, como si es anciano por su nacimiento. Toma como amigo a un hombre de tu condición.
Y por último, en otro texto, cuando había que dejar de tomarla, poniendo límite a su consumo y los peligros sociales que entrañaba su exceso:
Si has comido tres panes y bebido dos jarras de cerveza y tu vientre no ha satisfecho, domínalo!… no te descuides al beber cerveza, no sea que digas algo malo y no sepas lo que has dicho. Si te caes (borracho) y te haces daño, nadie te echará una mano.
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